Tanto los materiales como los libros de texto, han ido evolucionando con el paso del tiempo para adaptarse a las necesidades de los niños/as y a las nuevas tecnologías. Esta evolución es fundamental, ya que la educación no debe quedarse atrás y debe ir cambiando de forma continua para mantenerse actualizada.
Antiguamente, los materiales eran muy austeros, es decir, no había mucha variedad y el objetivo de los libros de texto era únicamente enseñar los contenidos de cada una de las materias (aritmética, geografía, geometría, etc.). Además, los libros carecían de ilustraciones y de colorido. En la actualidad, existen materiales muy diversos con los que se pueden hacer más cómodamente y atractivos toda clase de trabajos, de manera que los niños se sientan más motivados y muestren interés en la realización de sus tareas. Respecto a los libros el cambio ha sido mayor, ya que ahora no se hace casi uso de los libros en papel, sino de libros digitales; los cuales cuentan con un mayor número de ilustraciones mucho más atractivas para los niños/as y permiten ver animaciones, vídeos y audios; además de realizar test de evaluación al finalizar los ejercicios para comprobar si se han hecho de forma correcta.
Algunas de las ventajas de hacer desaparecer los libros de texto en las escuelas, pueden ser, desde evitar el peso de libros en las espaldas de los niños/as, hasta el ahorro que supone para las familias no tener que comprar cada año libros de texto de todas las asignaturas. Por otro lado, en mi opinión, existen inconvenientes a la hora de utilizar los libros digitales como por ejemplo, los largos periodos de tiempo que se pasan frente a un ordenador o la imposibilidad de poder subrayar y hacer anotaciones mientras se estudia. También pienso que, aunque en los libros digitales se expliquen de forma muy detallada todos los contenidos de la materia, el papel del docente es imprescindible para poder aclarar posibles dudas que surjan o incluso dar una explicación más sencilla de la tarea a realizar.
En conclusión, me parece que la combinación de los dos sistemas, el digital y el manual, es la forma más adecuada para poder llevar a cabo una educación de calidad. Como futuros maestros, debemos actualizar nuestras aulas con los nuevos recursos que ponen a nuestro alcance las nuevas tecnologías, aunque sin olvidar los métodos tradicionales.
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